Leopoldo Sierra: "Las Tablas de Daimiel necesita un trasvase, los pozos de emergencia son un parche"
El alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, ha vuelto a reclamar un trasvase de agua para garantizar la conservación del Parque Nacional de las Tablas y califica de parche el bombeo de agua desde los pozos de emergencia que ha comenzado esta semana.
En declaraciones a Onda Cero, Sierra recuerda que el Ayuntamiento, el Patronato Rector de las Tablas y la Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha consideraron en su momento la necesidad de una derivación de agua desde el trasvase Tajo-Segura hasta las Tablas de Daimiel, a través de la tubería a la Llanura Manchega.
No entiende Sierra como se permite trasvasar agua al Levante y sin embargo el Ministerio para la Transición Ecológica no autoriza una derivación al humedal manchego de 10 o 20 hectómetros cúbicos para todo el año.
Advierte de que la Unión Europea podría sancionar a España por no cuidar el medio ambiente, y tal vez sea en ese momento, dice el alcalde, cuando el Ministerio se decida por un trasvase que se no lleva a cabo desde el año 2.010.
Actualmente las Tablas de Daimiel cuentan con 220 hectáreas encharcadas, de las 1.750 hectáreas susceptibles de ser inundadas. Es decir, el parque está ahora al 12% de encharcamiento.
Leopoldo Sierra lamenta que ya no se pueda alcanzar el mínimo exigido que es de 1.400 hectáreas inundadas en primavera y 600 al final del verano.
Cree que aunque el uso de los pozos de emergencia puede ser una medida para evitar la desecación del parque, sin embargo no es más que un parche que puede situar a las Tablas en la UCI.
El bombeo autorizado durará hasta el 20 de mayo, para ralentizar la desecación y que tanto las aves como las ovas completen su ciclo vital entre el Molino de Molemocho y el Ojillo
El parque nacional de las Tablas de Daimiel, golpeado por una doble pandemia, la del covid que lo ha mantenido un tiempo cerrado a las visitas, y la de la sequía, ha empezado a bombear agua subterránea esta semana en la zona medioambiental más sensible: el Molino de Molemocho y el Ojillo. El objetivo no es inundar un humedal que tiene 220 hectáreas encharcadas de las 1.500 posibles, sino “asegurar el ciclo vital de la flora y la fauna, y ralentizar la desecación ahí”, explica Carlos Ruiz de la Hermosa, el director.
La activación de los pozos de emergencia con los que cuenta el humedal desde el grave incendio de turberas de 2009, persigue favorecer que tanto las especies nidificantes en el cauce del Guadiana poco antes de entrar en las Tablas, como las delicadas e importantes ovas “completen su ciclo vital”, y durará hasta el 20 de mayo, ha confirmado Ruiz de la Hermosa.
Pozos como los del regadío
Las Tablas de Daimiel, víctimas de la sobreexplotación de los acuíferos y el cambio climático que está subiendo la temperatura mundial y espaciando las lluvias, recurren al subsuelo, y a pozos similares a los que se utiliza para el regadío en la zona para no perecer.
Este nuevo bombeo es el tercero desde marzo del año pasado que pone en marcha el Ministerio para la Transición Ecológica y el Gobierno de Castilla-La Mancha, responsables de la gestión conjunta de los dos parques nacionales de Ciudad Real.
Concesión para uso ambiental
La veintena de pozos de los que dispone las Tablas forman parte de la concesión de agua para uso ambiental que autoriza la Confederación Hidrográfica del Guadiana, “esto surge de la adquisición de derechos de riego que estaban en manos privada para uso agrícola que se hizo en su momento”.
Esta medida, muy criticada por regantes de la masa Mancha Occidental I, que tendrán que recortar un 10% el agua de la que dispondrán legalmente en esta campaña de riego veraniega, no impedirá la desecación de un humedal que ya está prácticamente seco, lo que repercute a las visitas, aunque el parque nacional siga siendo uno de los parajes más espectaculares de La Mancha.
Nidos de aves emblemáticas y ovas
En la zona inundada entre el Molino de Molemocho y el paraje del Ojillo, en el cauce del Guadiana antes de entrar en el parque, han aflorado praderas de carófitos (ovas) y muchos nidos de aves acuáticas como el pato colorado, porrón común, focha común o morito, entre otras. Se trata que desarrollen su ciclo en estas semanas hasta que lleguen los rigores del verano.