El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel cruza la frontera hacia el 2014 con una situación hídrica magnífica. La escasez de lluvias de este otoño no ha echo mella en la superficie inundada.
Este verano del 2013 éramos testigos de como la evapotranspiración que sufre el humedal en los días de intenso calor, hacía bajar muy poco los niveles, llegando al mes de Septiembre con casi la totalidad de la superficie encharcada.
Pese a que este seco otoño que hemos atravesado ha dejado en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel unos escasos aportes de lluvia, la lámina de agua ha ido aumentando paulatinamente hasta alcanzar hace unas semanas el 100% de la superficie encharcable.
Esta mejora en la superfie inundada es debida a la recuperación de los niveles freáticos del Acuífero 23, que tras las campañas de riego, como todos los años sufre un ascenso, que para este año podríamos considerar de notable.
El resultado salta a la vista cuando nos acercamos a la entrada del Guadiana al Parque Nacional y vemos como el río llega casi hasta los aliviaderos del Molino de Molemocho.
Estas actuales buenas noticias se pueden ver enturbiadas si este año hidrológico no cumple con las cifras medias y el verano próximo se suma a la escasez de lluvias, la extracción para regadíos.