Hotel que cuida muchos los detalles. Nosotros estuvimos alojados en habitación doble y es suficientemente amplia para dos personas. El baño completo, con ducha y bidé, algo que me sorprendió y agradecí porque yo lo uso mucho. El desayuno tipo buffet muy completo, con productos caseros de la tierra, galletas, cereales, jamón, fruta, pan para tostar con mantequilla y mermelada, gofres, punto caliente de salchichas y tortilla, leche entera, desnatada, sin lactosa, de soja, también un rincón de productos sin gluten. No realizamos ninguna comida ni cena en el hotel por lo que no puedo opinar por esa parte. Una escapada de 3 días en la que desconectas mentalmente y cargas pilas físicamente. Acabas agotado al final del día pero con sensación de plenitud. La reserva online sin ningún problema, puedes hablar con ellos por teléfono para pedir más rutas o visitas por libre y te atienden perfectamente y saben de lo que hablan. El hotel muy bonito, me gustó mucho que nuestra habitación diera a un patio parecido a un cortijo. Recomiendo el hotel totalmente, muy limpio todo, desayuno buffet muy completo. Las tres visitas que contratamos merecen la pena, las tres, y no tienen nada que ver unas con otras. Las Tablas de Daimiel tiene su historia y la cuentan los propios guías (María de las Cruces y Manolo). La del Parque Nacional de Cabañeros también cuenta muy bien su historia Guillermo. Y el parque natural de las Lagunas de Ruidera no tiene nada que ver con las dos visitas anteriores y me encantaron y muy bien explicado por parte de Tomás.

Decoración con mucho gusto. Indicaciones solicitadas dadas con mucha profesionalidad. Desayuno fantástico.

Decoración con mucho gusto. Indicaciones solicitadas dadas con mucha profesionalidad. Desayuno fantástico.