Ciudad Real, 23
oct (EFE).- Los Parques Nacionales de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel
dan la bienvenida estos días a una de las aves más viajeras del mundo,
la grulla común, que, procedente de los países del norte de Europa,
encuentra en estos espacios naturales un lugar apropiado para la
invernada.
Las dehesas y humedales castellanomanchegos son los escogidos por
estas populares aves que a principios del otoño emigran desde los países
del norte de Europa a España, alejándose de las gélidas temperaturas
invernales que se registran en sus países de origen.
España es el principal cuartel de invernada de aves que crían en
países como Noruega, Suecia, Alemania, Finlandia, Polonia, los países
bálticos o Rusia y desde estas zonas, cada año, miles de ellas llegan a
Castilla-La Mancha que junto a Extremadura son las regiones que más
ejemplares acogen.
La grulla común es un ave socialmente muy apreciada y una de las que
más interés despierta por su carácter viajero y por su capacidad para
recorrer miles de kilómetros de distancia entre el lugar donde se
reproduce y los que posteriormente elige para pasar el invierno.
Pero también la ha hecho apreciada entre la sociedad el hecho de ser
un pájaro fácilmente identificable, aún cuando se trate de personas
inexpertas en el conocimiento de las aves: esto le confiere un mayor
interés desde el punto de vista turístico ornitológico.
Sus característicos desplazamientos en forma de uve, que se pueden
observar casi de forma permanente en las zonas que los acoge, y su
ruidoso trompeteo las hace ser reconocidas de forma sencilla.
También es muy valorada su observación por las estéticas estampas que
ofrece su andar pausado y reposado mientras busca alimento, momento en
el que se puede apreciar con detalle su gran tamaño y su plumaje gris
ceniza, en el que destaca en los adultos un gran plumero a modo de cola.
José Ángel Agenjo, presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo del Parque Nacional de Cabañeros, comenta a Efe que la llegada
de las grullas se convierte en esta época del año en un recurso
turístico muy importante para la comarca.
Agenjo explica que desde mediados de octubre hasta finales del mes de
marzo es posible observar el trasiego de grullas en esta zona de
España, que unido a las posibilidades de conocer un entorno natural
privilegiado como es el Parque Nacional de Cabañeros "la convierten en
un destino turístico muy interesante".
Junto a Cabañeros, otro de los grandes lugares donde se pueden
observar con facilidad las grullas es el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, que este año espera acoger una importante población como
consecuencia de que sus tablas fluviales no se encuentran secas y son
elegidas por este ave para pernoctar lejos del alcance de sus
predadores.
Además de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel son muchos otros los
lugares de invernada que eligen las grullas en Castilla-La Mancha, como
el Valle de Alcudia y las lagunas de Alcázar de San Juan, también en la
provincia de Ciudad Real, los embalses de Rosarito, Navalcán, y
Castrejón, y las lagunas de Villacañas, El Taray y Miguel Esteban, en la
provincia de Toledo; y la laguna de Manjavacas y del Hito, en Cuenca.
Según el último censo elaborado por la Sociedad Española de
Ornitología (SEO/BirdLife), Castilla-La Mancha acoge una población
invernante de algo más de 27.000 ejemplares en tanto Extremadura acoge
cerca de 80.000 ejemplares.
De este modo, Castilla-La Mancha es la segunda comunidad autónoma en importancia numérica para la invernada de grulla en España.
Aníbal de la Beldad
Fuente texto : Noticias Yahoo